En tiempos de crisis, una inmensa creatividad suele pasar a primer plano, precipitando cambios importantes.Este ha sido el caso en la era de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19).La tecnología sanitaria ha pasado a primer plano para ayudar a los proveedores de atención sanitaria a gestionar mejor a sus pacientes al reducir los peligros inherentes al contacto personal, la espera en salas de espera o laboratorios abarrotados y las hospitalizaciones.
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La tecnología de Inteligencia Artificial (IA) se está utilizando en el diagnóstico de enfermedades, así como para ofrecer soluciones personalizadas.Por ejemplo, se está utilizando para impulsar sistemas que procesan miles de tomografías computarizadas, en un escenario de detección masiva, como en el caso de COVID-19.Esto ahorra a los radiólogos y médicos la atención de los pacientes, además de proporcionar información complementaria y mejorar así la precisión del diagnóstico y el seguimiento.
El aprendizaje automático se está explotando en la industria farmacéutica para identificar nuevos candidatos a fármacos sin el largo y costoso método tradicional de examinar bibliotecas químicas y al mismo tiempo reemplazar experimentos reales con simulaciones, variando múltiples parámetros.Todo el proceso no sólo es mucho menos costoso sino también mucho más rápido.
Se están desarrollando sistemas robóticos utilizando inteligencia artificial y aprendizaje automático para reemplazar a los humanos en la realización de tareas rutinarias no calificadas que ahora realizan profesionales de la salud capacitados.Esto les permitirá tratar a más pacientes con menos presión de tiempo, promoviendo un resultado favorable.
Incluso cuando la IA se utiliza para ayudar a la atención sanitaria, se puede pervertir para robar identidades de pacientes y proveedores, desviar fondos y hacer mal uso de información mediante la piratería de sistemas informáticos médicos.Esto puede ocurrir a través de sistemas privados vinculados al software hospitalario, redes inalámbricas en centros de salud o Internet de las cosas (IoT).Por lo tanto, la protección de dichos sistemas contra el malware impulsado por IA y los ataques personalizados tal vez costaría más de lo que se puede ahorrar con la aplicación de dichos sistemas.
Una planificación meticulosa, una formación eficaz y un seguimiento continuo del personal técnico y sanitario a medida que utilizan los sistemas de datos, así como la instalación de sistemas de seguridad de datos, son esenciales para prevenir, detectar y solucionar las violaciones de datos lo antes posible.
Para hacer frente a estas necesidades, las tecnologías móviles de detección e información sanitaria, denominadas mHealth, han ganado importancia.Estas herramientas parecen ofrecer la capacidad de brindar atención médica a costos más bajos con mejores resultados.Pueden permitir que un número limitado de proveedores monitoreen a más personas, individualmente y a nivel poblacional.
Las aplicaciones de mHealth pueden promover comportamientos saludables para la prevención primaria o secundaria de enfermedades, ayudar con el autocontrol de enfermedades crónicas, mejorar la capacitación de los proveedores y reducir las visitas al médico.Al mismo tiempo, pueden ayudar a personalizar las intervenciones a un nivel sin precedentes.
Hoy en día, mHealth se puede utilizar en forma de dispositivos móviles, wearables y otros dispositivos que permiten a las personas continuar con sus actividades rutinarias, mientras el dispositivo envía datos invaluables sobre una serie de parámetros al servidor.Estos datos se pueden utilizar tanto en el presente como en el futuro para proporcionar información sobre todo tipo de tendencias y factores predictivos para ayudar en los esfuerzos impulsados por la investigación para promover y mejorar la salud del paciente.
Ahora hay disponibles múltiples plataformas, respaldadas por empresas de tecnología de la información (TI) de primer nivel como Apple, para facilitar el desarrollo de aplicaciones de atención médica.
TelemedicinaEs una innovación importante que ahora se practica en muchos países del mundo debido a las restricciones pandémicas a los viajes públicos.Con esta tecnología, los profesionales clínicos ven a los pacientes virtualmente, evitando el contacto personal, y al mismo tiempo pueden diagnosticar y tratar a los pacientes por una serie de enfermedades.El ahorro de tiempo y dinero ha hecho de esta una opción atractiva tanto para el paciente como para el médico, y parece poco probable que esta tendencia desaparezca pronto.
La realidad aumentada y virtual se está utilizando de formas novedosas para distraer a los pacientes nerviosos de los procedimientos quirúrgicos o ayudar a capacitar a los estudiantes de medicina fuera del hospital y sin riesgo de dañar a los pacientes reales.También está habilitado un modo de operación manos libres, lo que permite a los proveedores acceder a los registros de los pacientes u otra información sin abandonar al paciente ni detener el procedimiento en el que están participando.
Internet of Medical Things (IoMT) comprende una red de dispositivos y aplicaciones de teléfonos móviles que rastrean y previenen eventos graves en el curso de enfermedades crónicas, vinculando a pacientes y médicos para un mejor seguimiento y manejo de dichas afecciones.Por ejemplo, los monitores de electrocardiografía (ECG) portátiles pueden permitir identificar a los pacientes con cambios problemáticos con suficiente antelación para abortar los ataques cardíacos.
Otros dispositivos portátiles pueden ayudar a controlar la fiebre, los niveles de azúcar en sangre o el pulso.Se estima que casi un tercio del mercado mundial de IoT (Internet de las cosas) procederá en el futuro del IoMT.
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La capacidad de emparejar objetos en un mundo virtual generado por computadora puede ayudar a manipular ambos objetos al mismo tiempo: gemelos digitales.Esto es importante en la gran cantidad de dispositivos médicos que se comercializan hoy en día, que se diseñan virtualmente con la confianza de que el objeto de la vida real será exactamente igual en todos los sentidos.
Además, se pueden crear modelos para realizar pruebas, cuyos resultados son bastante fiables.La cirugía remota también se basa en esta tecnología, ahorrando tiempo y gastos.
El uso de la tecnología blockchain sigue siendo controvertido, pero su potencial para mejorar el intercambio seguro, conveniente y rápido de información sanitaria entre proveedores autorizados y pacientes es cada día más claro.El diseño de esta herramienta permite un gran número de usuarios sin comprometer la seguridad del uso de un solo libro de contabilidad.Esto plantea un desafío formidable para el uso actual de los registros médicos electrónicos, colocándolo junto a IoMT y la computación en la nube como un colega digno.
Dado que los datos de los pacientes son algo dinámico, es esencial que los proveedores de atención médica tengan un método seguro y fluido para compartir y almacenar estos datos en los que se basan sus decisiones clínicas.La computación en la nube ofrece una excelente salida mediante la cual la recopilación, el almacenamiento y la gestión de datos se pueden lograr utilizando un único punto.La mejora resultante de la atención hospitalaria, con el ahorro de tiempo, es uno de los beneficios de este enfoque.
El desarrollo de la nanotecnología ha dado lugar a muchos sistemas innovadores de tratamiento.A finales de 2021 se informó sobre los xenobots, o pequeños robots orgánicos autorreplicantes. La nanotecnología en medicina tiene abierta una amplia gama de aplicaciones, incluidos nanobots para la detección de enfermedades al atravesar vasos sanguíneos microscópicos y sistemas de administración de fármacos con nanopartículas para administrar con precisión. medicamentos tóxicos a las células que son sus objetivos evitando o reduciendo los efectos fuera del objetivo.
La capacidad de construir partes del cuerpo como venas artificiales, implantes, prótesis biónicas, instrumentos quirúrgicos personalizados y producir píldoras es sólo una parte del futuro con la impresión 3D.Muchos medicamentos utilizan esta tecnología para una producción más rápida y económica.
Utilizando todos los conocimientos y equipos médicos modernos, incluidos consejos sobre estilo de vida, se estima que los resultados de los pacientes cambian solo hasta en un 20%, siendo el resto producto de los determinantes sociales de la salud (SDOH).Cuando se tengan en cuenta, los médicos pronto podrán predecir el curso de la salud de la persona y prescribir medidas preventivas para detener el deterioro de la salud de manera oportuna, en lugar de aplazar el reconocimiento de tales acontecimientos para una etapa posterior, cuando se y serán necesarias intervenciones costosas.
Las empresas están compitiendo por sacar microelectrodos que puedan implantarse de forma segura en el cerebro para restaurar cierto grado de funcionalidad en personas que han perdido la vista, por ejemplo, o la actividad muscular voluntaria.
El almacenamiento de datos en grandes volúmenes en silos de datos seguros ayudará a los analistas a extraerlos en busca de información útil que podría ayudar a impulsar nuevas investigaciones utilizando la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.Ambos identifican e interpretan patrones en los datos que podrían ser invisibles para los humanos pero que podrían ofrecer una oportunidad de intervenir en beneficio del paciente.También se aplicarán normas de interoperabilidad y intercambio de datos en beneficio de los pacientes.
“En el caso de la tecnología médica, se necesitan normas y regulaciones para garantizar la seguridad, proteger al público y garantizar que los productos sean adecuados para su propósito.Sin embargo, en el contexto de las tecnologías médicas novedosas y personales, el enfoque actual de la regulación no sólo es inviable y difícil de aplicar, sino que también va en contra de la innovación en el cuidado de la salud..”Al mismo tiempo, al comprender que la naturaleza humana sigue siendo la misma y que el verdadero objetivo de la tecnología siempre ha sido la rentabilidad, es obvio que las tecnologías sanitarias más nuevas deben ser monitoreadas atentamente a través de nuevos marcos regulatorios para que los pacientes sigan beneficiándose y mantenido en el centro de atención sanitaria.
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